Mi luna

Relato: Manuela Montañez

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Desde mi primera menstruación comencé una relación extraña con ella. 

En ese momento para mi era común el sentimiento de querer ocultarla, que nadie se diera cuenta que estaba “en mis días”, como si no fuera algo natural que le pasa a todas las mujeres y personas con útero. Lo que era un evento mensual para la mayoría, para mí podían pasar 40, 60 y hasta 97 días entre cada menstruación, lo cual hacia que debía estar siempre preparada para “ocultar” esta realidad femenina. Siempre se me dijo que como desde mi primera menstruación fui irregular, que para mi esa sería mi normalidad y que no tenía por que preocuparme.  

Fue solo hasta 11 años después cuando estaba regresando a Colombia de vivir en el exterior por 5 años que me concientice de que algo no estaba bien. Esa mudanza fue un evento muy estresante en mi vida en el que mi cuerpo demostró sus secuelas; baje 8 kilos en dos semanas, mi piel se volvió extremadamente sensible y reseca y mi menstruación demoro 74 días en llegar. Fue en ese momento que me di cuenta de que algo no estaba bien con mi cuerpo y que debía buscar respuestas. 

 

1 año, varias citas con 5 especialistas diferentes y 48 tubos de sangre más tarde por fin mi condición tenia nombre:

Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP). 

 

Para mi sorpresa es una condición que, a pesar de afectar entre el 5 y 10 por ciento de mujeres a nivel mundial, es difícil de diagnosticar y aun no tiene una cura concreta. El SOP es una afección en la cual una mujer o persona con útero tiene un nivel muy elevado de hormonas (andrógenos). Se pueden presentar muchos problemas como resultado de este aumento en las hormonas como irregularidades menstruales, infertilidad, problemas de la piel como acné y aumento de vello, dificultad para procesar insulina, y aumento de peso. 

En mi caso, mi diagnostico fue aun más complejo ya que mis síntomas no eran los típicos de la mayoría de las pacientes. Mi diagnostico me hizo ser más consiente de mi cuerpo y de como el estrés, mi estilo de vida y alimentación afectan mi salud.

 Otra cosa que cambio fue mi relación con mi menstruación ya que paso de ser un evento fastidioso del mes a uno que anhelo; ya que al estar más conectada con mis ciclos me di cuenta que un periodo regular era símbolo de que mi cuerpo y mi salud están bien. 

En todos los mamíferos los ciclos reproductivos se suspenden cuando no hay condiciones mínimas optimas de ambiente y de salud; al ser consiente de esto ahora cada vez que llega mi luna me hace feliz. 

 

 

 

 

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