Historia de parto Azul

Screenshot 2021-03-16 at 19.48.34.jpeg

25.01.2021

 5:00 am. Me desperté esa mañana con muchas ganas de estar en la naturaleza, de caminar, de respirar aire fresco. 

Me arreglé para salir, tomé algo y salí a pedir el ascensor. 

Cuando estaba por entrar sentí una descarga grande. Me devolví al baño y vi que había botado el tapón mucoso.

El día para el que veníamos preparándonos había llegado 

6:00 am. Me di una ducha caliente, me cambié y cuando Rodri despertó le conté que Sol estaba en camino. Le escribimos a las parteras y comenzamos a contarle a nuestra familia y amigos que nuestro viaje estaba por comenzar.

7:00am. Llamé a casa de mi madre a pedirle apoyo a la tribú.

Estaba en modo anidar y quería nuestra casita hermosa para su llegada. Agarré el carro antes que se despertara Alanna y fuí por Nailu a casa de mis padres.

 Le escribí a Ceci para contarle y le dije que no quería dejar de hacer el live. Sentí que era algo que quería compartir  antes de embarcarme. 

8:00 am. Me puse a ordenar con Nailu y se despertó la gorda, le contamos que su hermanita estaba en camino.

Llamé al papá para que me apoyará estando con Alanna hasta la tarde, para tener tiempo de descansar antes de entrar en la fase activa de parto. 

Le dimos el desayuno a la gorda, la acompañé a bañarse y vestirse.

9:00am. Llegó Guido por Alanna, le contamos todo y acordamos llamarlo a tiempo para que la gorda pudiera estar durante el parto. 

Seguí organizando la casa, el lugar donde iba a parir, le pedí a mi madre que me apoyara consiguiendo unas hierbas y otros elementos que hacían falta para el parto.

10:00am. Hicimos nuestro live con Ceci y otras muchas hermanitas que estuvieron enviándonos pura magia, fuerza y poder para nuestro viaje.

 11:00am.  Deje a un lado mi lista de to do’s y me fui a mi cuarto a leer y descansar un rato para recargar mi fuerza para el trabajo activo de parto. 

 1:00pm. Empecé a sentir como comenzaban a incrementar lentamente en intensidad las expansiones. Almorzamos con Rodri y conversamos sobre todos los detalles y empezamos a conectar con todo lo que estábamos por vivir.

14:00 hs. Se fue Nailu y quedamos Rodri y yo en el apto. Nos sentamos (yo en la pelota de pilates haciendo movimientos circulares) a trabajar en un video mientras las expansiones continuaban aumentando.

15:00hs. Le dije a Rodri que terminara de editar el video, que sentía que era momento de comenzar el viaje y que quería estar sola.

Estire mi Mat, le puse a Rodri su pulsera de parto y yo mi collar (los que nos habían dado durante el blessingway), puse mi playlist: “entrando en expansión” y me entregué con presencia absoluta a observar mi cuerpo, a sentir, a dejarme guiar por mi sabiduría interior... 

16:00 hs. 

Las expansiones seguían aumentando de intensidad  y yo estaba cada vez más abierta espiritualmente. Conectando con las canciones que había elegido para que acompañaran el viaje, cantándole a mi hija, a mis ancestros, a la naturaleza.

Bailando el dolor, respirando y meditando en las pausas.

17:00 hs. entre dos mundos 

Mi naturaleza se apodera cada segundo más de mi, queda a un lado la razón. 

Rodri se mantiene afuera del cuarto pero cerca... viene cada 10 mins a traer agua, alimentos, miradas de amor y aliento.

18:00 hs. La llamada 

Las expansiones son largas e intensas.

Me arrastro, bailo, me estiro, respiro expandiendo mi vientre, exploro las diferentes herramientas aprendidas sobre cómo transformar y transitar esta apertura física y espiritual.

18:45 hs. Llegan las parteras. 

Llegan al cuarto en una de las pausas entre expansión y expansión. 

Las abrazo, les doy la bienvenida a mi cueva, a mi guarida, a nuestro espacio sagrado. 

Nos embarcamos todos juntos para comenzar las últimas etapas.

Me hacen tacto en una de las pausas. Me avisan que ha llegado el momento de máxima apertura. El cuello de mi útero tiene 10 cms. de dilatación.

No pensamos que llegaría este momento tan rápido.

Es tiempo para Rodri de llenar la piscina.

Me dicen las parteras que les avise cuando llegue el pujo y segundos después estoy allí…sintiéndolo.

Comienzo a respirar profundo.

Me invade mucha emoción, estamos llegando a la cima del viaje.

Estamos por conocer a nuestra hija.

Doña Rosmilda y Liceth observan que la membrana no se ha roto y deciden romperla para más lubricación. Me entrego en los brazos de una de mis guardianas.

Comienzan a salir las aguas en las que nadaba mi bebé.

La piscina está lista.

19:00 hs. La quietud 

Ingreso al agua. El alivio es inmediato. 

Siento que la cabeza de mi hija. La paz y presencia absoluta invaden mi cuerpo. Entro en un estado de meditación profundo. Cierro mis ojos, siento el agua, la música, las voces, a mi hija llegando.

Estoy en paz.

Estoy lista para regresar de este viaje sagrado… con ella.

 19:05 hs. 

Las olas grandes 

Vuelven las ganas de pujar. 

Respiro y pujo. 

Se asoma la cabeza y puedo tocarla.

Me acuclilló y llega el siguiente pujo.

Llevo mi energía y fuerza allí, siento cómo va saliendo la cabeza, no siento dolor, siento una corriente caliente que va desde mi vagina recorriendo mis piernas y llega hasta la planta de mis pies.

Atravieso el aro de fuego.

Sale la cabeza. Me quedo sintiéndola, acariciándola... en ese momento veo que mi mamá que había llegado 10 minutos atrás, se asoma a lo lejos del pasillo.

La llamo. La quiero presente, quiero que esté allí en el nacimiento de mi hija, en mi re nacimiento.

La felicidad me invade, no hay dolor, lo hemos logrado, está casi aquí.

19:09 hs. Pujo de nuevo y estamos en la orilla,

A salvo...tranquilas.

He vuelto a esta dimensión con una nueva vida en brazos.️

 

-- 

 

 

Anterior
Anterior

Mi luna

Siguiente
Siguiente

Historia de dos partos (Parte II)